
Belén Hernández Gómez-Mansilla, 25 años.
Actualmente, Belén vive en Madrid, donde trabaja como periodista en El País, y realiza entrevistas, reportajes y contenido multimedia para redes sociales.
El periodismo, según Belén, no es tarea fácil en un mundo tan polarizado. “Todo se juzga con lupa. Aunque intentemos ser objetivos, muchas veces el público asocia nuestra labor con ideologías o intereses que no representan nuestra intención profesional”.
En su experiencia con famosos, Belén cuenta que es un desafío porque sus equipos lo controlan todo. Por ejemplo, entrevistó a C. Tangana bajo la vigilancia de su equipo, controlando el tiempo y cada pregunta. Sin embargo, una entrevista con Miguel Herrán fluyó de forma natural y sin restricciones. También recuerda con mezcla de ilusión y frustración una entrevista con una cantante de OT que le gustaba mucho, pero que decidió no publicar el material de la entrevista porque “no se veía bien ese día”.
Uno de los reportajes que más ha marcado a Belén fue la entrevista a una víctima de abusos en la iglesia. “Fue un tema complicado y doloroso, pero también fue una experiencia enriquecedora, porque me permitió conectar con una historia que necesitaba ser contada”.
Aunque disfruta de las oportunidades que le brinda Madrid, Belén reflexiona sobre los desafíos que tiene Almansa ahora mismo: «Es duro ver cómo los jóvenes deben irse en busca de oportunidades, como tuve que hacer yo. Tengo la
sensación de que la gente joven se está yendo del pueblo. Me gustaría que hubiera más oportunidades de empleo para los jóvenes, porque creo que se ven obligados a irse, no porque quieran, sino porque aquí no pueden desarrollar sus profesiones.»
Por último, algo que define a Belén y de lo que doy fe: «Me dicen que transmito buena energía y que estoy siempre muy sonriente. Entonces me gustaría que me recordasen como una persona tranquila y feliz, que no busca malos rollos ni generar problemas, sino que intento que la gente de mi alrededor esté a gusto y si tengo algún tipo de relación con cualquier persona que sea para algo positivo y no para generar disgustos.»