Pilar Sánchez Ferrero, 68 años.

Es la 5ª generación de una familia de farmacéuticos, de la “Farmacia de Jordán”. Desde pequeña, jugueteaba entre los mostradores de la farmacia, y en los veranos mientras estudiaba la carrera, realizaba sus prácticas junto a su padre.

Estudió Farmacia en Madrid, y en 1980 recién terminada la carrera, comenzó a trabajar junto a su padre.

Al igual que le sucedió a Pilar cuando comenzó, que intentó modernizar la farmacia y adaptarla a los tiempos modernos, Pilar está viendo cómo actualmente el negocio y el mercado están cambiando y se requiere creatividad y adaptación. «Mi hija Amparo, que es la 6ª generación, está llevando la farmacia hacia el futuro. Yo estoy orgullosa de poder dejarle este legado, pero también le toca afrontar los retos de hoy».

En la farmacia, Pilar no solo ejerce como farmacéutica, es una consejera y psicóloga: «Aquí, la gente se abre de una forma que no hacen con los médicos. Nos cuentan sus problemas y confían en nuestro consejo.”

Cuenta como anécdota el día en que un cliente le pidió el resultado de unos análisis sin haberse pinchado, o como le pedían las “compresas de las de Eva”.

Según Pilar, Almansa ha vivido dos grandes transformaciones: el auge de la industria del calzado y la llegada de la central nuclear, que llenaron de vida el pueblo. Sin embargo, lamenta que el declive económico actual haya llevado a cerrar comercios. “El pueblo está en declive. Antes había vida por todas partes; ahora, todo parece más apagado. Almansa necesita es un impulso económico, algo que le devuelva la vida.»

A nivel personal, Pilar se ha enfrentado a un gran reto. La pérdida de su marido Juan fue un duro golpe, pero encontró la fuerza para seguir adelante. “Aceptar una nueva vida fue el desafío más grande que he tenido. Aprendí que la vida sigue y hay que afrontarla con determinación”,.

De sus padres aprendió valores fundamentales que hoy busca transmitir a sus hijos y futuras generaciones: el esfuerzo, la importancia del trabajo bien hecho, el respeto propio y hacia los demás.

Cuando le pregunto cómo le gustaría ser recordada, Pilar lo tiene claro: “Como una buena profesional y, sobre todo, como una buena persona”.

Pilar Sánchez Ferrero